
Fue triste, realmente triste haber escuchado eso. Maldigo los momentos en el que no me salen las palabras, pero juro que en ese instante mi corazón se empezaba a sofocar al mirarte a los ojos. No tengo un plan, no tengo un final feliz, no sé qué es lo que voy a hacer, ni lo que pretendo hacer. Ya no sé nada y todo se vuelve confuso. Quiero seguir a tu lado sabiendo que no habrá un mañana, quiero escapar y empezar de cero. Quiero dos cosas totalmente opuestas y es realmente enredoso. Quizás soy la culpable de este destino, y sé que hoy no haría lo mismo. NO TE DEJARÍA ESCAPAR. El hecho de no actuar y no abrazar lo que era nuestro fue el error que viviré para siempre! Y me pongo a pensar: ¿Cómo sería? ¿Qué hubiera sido de mi si ese día no te hubiera dejado partir?
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